Una cucharilla de plástico que se servía en McDonalds junto con el café pasó a ser durante el final de los años 70 un utensilio de parafernalia para el consumo de drogas bastante popular en Estados Unidos. La cucharilla tenía el tamaño perfecto para dosificar la cocaína, hasta tal punto que el nombre de las cucharillas, “McSpoon” [McCuchara], sirvió durante un tiempo como alusión a meterse una raya de coca.
Las cucharillas se volvieron tan populares para el consumo de cocaína que McDonalds acabó por retirarlas y lanzar un nuevo diseño para que se dejara de relacionar a la cadena de hamburguesas con el uso de drogas. En 1979 se presentó un nuevo diseño en el que se sustituyó la punta de la cucharilla cóncava por una pala plana con la que resultaba imposible recoger cualquier polvito. “Se nos ha llamado la atención diciendo que la gente las está usando ilegal e ilícitamente para fines para los que no han sido pensadas”, dijo Doug Timberlake, un portavoz de McDonald's, en el momento del rediseño.
Según el medio de fact checking Snopes, en 1992 un detective encubierto que trabajaba en Columbus (Ohio) dijo que las cucharillas McSpoon se podían encontrar fácilmente a la venta en paquetes de diez, y en Detroit en paquetes de doce. A pesar de que fueron retiradas hace décadas, todavía se pueden encontrar cucharitas McSpoon originales a la venta en mercados de segunda mano online como eBay.