Si algo acompaña al consumidor de cannabis es una imagen de vago, hippy, perezoso, sucio y desordenado. Imagen que, por fortuna, no se corresponde con la realidad.

Para reafirmar nuestra identidad como fumetas de orden vamos a repasar algunos de los mitos que por lo general solo se corresponden con una pequeña parte de los consumidores, aunque alguno pueda verse identificado.

Los fumetas son uno perezosos perdedores.

Para empezar lo de “perdedor” se lo dejamos para la gente que cree que tener éxito en la vida consiste en hacer dinero. Superada eso podemos decir que entre los fumetas hay de todo: gente popular, gente que lo es menos; con dinero; sin dinero; profesionales que trabajan a alto nivel; trabajadores sin cualificación… El universo fumeta es amplio y no se limita a personas que han perdido el norte por algún oscuro motivo.

Son desempleados que viven con sus padres.

En la redacción conocemos a más de un desempleado que por culpa de la crisis o similares ahora vive con sus ancianos padres. Curiosamente, no son fumetas. Este es otro estereotipo que deviene del anterior: los vagos no trabajan y por tanto tienen que vivir de los padres. Falso.

Se pasan todo el día vegetando en el sofá.

¡Ojalá pudiéramos pasar todo el día en el sofá cuando nos apeteciera! Claro que no es así. Como todos, los fumetas estamos en la rueda de creación, trabajo y destrucción del capitalismo avanzado. Menos mal que está el cannabis para sobrellevar esta miserable existencia. Amén.

Conocen TODAS las drogas.

No. Que consumas una sustancia no implica que tengas que saber cómo se consumen, cómo se consiguen, o de qué van el resto de drogas. El razonamiento es absurdo y solo se sostiene bajo la idea de que el cannabis es una “puerta de entrada”, cosa que no es. Si queréis drogas más fuertes no vayáis a preguntarle a vuestro amigo fumeta.

Visten como hippies con su hoodie y sus rastas.

Este estereotipo es más complicado de desmontar porque, de hecho, el que adopta esta pose de rasta con chamarra de capucha suele consumir cannabis porque se supone que es lo que hace un rasta con chamarra. Sin embargo, como uno puede esperar, no es así en todos los casos.

Está siempre colocado y escuchando reggae.

Ni uno está todo el día colocado, ni el reggae es la música favorita de todo fumeta. Lo del reggae es cosa aparte: raro es el evento que no trate de asociar ese tipo de música con los fumetas, como si a todos nos gustase ese tipo de ritmo.