El ex diputado nacional en la Argentina, Facundo Garretón, ha cambiado la política por el cultivo de marihuana.
Tras la derrota del macrismo en Argentina, Facundo Garretón, miembro de ese partido, twitteó, medio en broma medio en serio: “Desde hoy desempleado, escucho propuestas”. Sin ganas de continuar en la oposición, Garretón ha tomado un camino más verde, tal vez inesperado: el cultivo de marihuana.
“Con un gran equipo de personas estamos construyendo una empresa de cannabis medicinal que tiene como pilares fundamentales el cuidado del medio ambiente, el impacto social y la investigación médica, además también aplicaremos última tecnología para monitoreo y trazabilidad”, comentó desde su cuenta de Facebook el último día del año 2019. En su nuevo trabajo estará con granjas familiares en el interior del país charrúa para producir cannabis de forma natural y orgánica. En las fotos, se lo puede ver sonriente en una finca con plantas de marihuana de fondo.
“En esta etapa decidí invertir en Cannabis Medicinal debido a varios factores, esta industria me hace acordar a la época de las punto com en el año 98 o 99, donde todos querían invertir en este tipo de empresas, pero sin entender del negocio, aunque sabiendo que la oportunidad era grande. Con la industria del Cannabis pasa algo similar, a nivel mundial viene creciendo muy rápido, sobre todo a nivel medicinal, recreativo e industrial, aunque pocos saben dónde está el mayor negocio futuro”, asegura. Por este motivo, Garretón se movió hasta Uruguay, donde el cultivo es legal y el cannabis puede generar pingües beneficios para aquellos que quieran dedicarse a este negocio. ¿Qué riesgo hubiese corrido de cultivar en Argentina? La pena por cultivo puede llegar hasta los 15 años, por lo que tener plantas en casa es asunto de poca broma.
Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de la Nación, se avivaron las esperanzas de una nueva legislación que despenalice el uso y cultivo del cannabis en el país. En junio del año pasado, cuando era candidato presidencial, Fernández declaró: “La solución no es andar persiguiendo a los que se fuman un porro. Persiguiendo como perseguimos sólo generamos un mercado negro que es perfecto para los grandes delincuentes del narcotráfico y le arruina la vida al pequeño consumidor, que ha decidido intoxicarse, como el fumador de tabaco, que lo hace cotidianamente”. Sin embargo, aún estamos lejos de que se regularice la situación.