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Detectan opioides sintéticos en aguas residuales australianas

Detectan opioides sintéticos en aguas residuales australianas

Por primera vez, se han identificado nitazenos, opioides sintéticos altamente letales, en una planta de tratamiento de aguas residuales en Australia.

Así lo revela un estudio internacional dirigido por el Dr. Richard Bade de la Universidad de Queensland, publicado en la revista Addiction, que evidencia la presencia de estas sustancias hasta 40 veces más potentes que el fentanilo.

La investigación forma parte de una encuesta global sobre el análisis de aguas residuales y en ella se detectaron dos variantes de nitazeno: el protonitazeno, tres veces más potente que el fentanilo, y la etonitazepina, con una toxicidad estimada 40 veces mayor. Ambas sustancias se hallaron en varias instalaciones de tratamiento de aguas en Estados Unidos y en territorio australiano.

Aunque los investigadores no pudieron revelar la ubicación exacta de la planta australiana por acuerdos de confidencialidad, señalaron que la presencia de estos compuestos no necesariamente indica consumo, sino que podría deberse a una eliminación directa de los mismos en el sistema de alcantarillado. Sin embargo, la mera detección confirma la circulación de estas drogas en Australia.

Los nitazenos fueron desarrollados a finales de los años 50 como alternativa a la morfina, pero nunca llegaron a comercializarse debido a su extrema toxicidad y elevado riesgo de sobredosis. Recién a partir de 2019 comenzaron a aparecer en los mercados ilícitos, siendo el isotonitazeno el primero en ser identificado, responsable de cientos de muertes en Estados Unidos. Desde entonces, su alta potencia, bajo coste y facilidad de transporte han acelerado su proliferación en distintos países.

Es importante destacar que el consumo de nitazenos suele ser involuntario: se venden disfrazados como otros estupefacientes o se mezclan con ellos sin conocimiento del usuario. Se han encontrado en combinación con cocaína, metanfetaminas, heroína, ketamina, MDMA y fármacos falsificados, entre otros. En julio de 2024, cuatro personas fallecieron en Melbourne por consumo de una cocaína adulterada con protonitazeno, un incidente que llevó al Departamento de Salud de Victoria a emitir una alerta sanitaria.

Entre enero de 2023 y septiembre de 2024, se interceptaron  46 envíos con nitazenos con destino a Australia. Por su parte, la Comisión Australiana de Inteligencia Criminal (ACIC) considera que estas sustancias representan una amenaza mayor que el propio fentanilo debido a su altísima potencia, ya que una dosis de apenas un miligramo podría ser fatal.

Aunque el tráfico de nitazenos está vinculado a organizaciones criminales, la Policía Federal Australiana ha detectado también envíos individuales y operativos independientes, a menudo mediante correo internacional. En este escenario, los expertos destacan el potencial de la vigilancia de aguas residuales como una herramienta de alerta temprana para prevenir nuevos brotes de intoxicaciones.

"Poder identificar zonas donde aparecen estas sustancias permite a las personas que han adquirido drogas en esos lugares extremar precauciones", afirmó el Dr. Bade, quien considera que este tipo de monitoreo podría convertirse en un método clave para seguir la evolución del mercado de opioides sintéticos.

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