Si Barcelona es o no la capital europea del cannabis es una cuestión que se discute desde hace al menos un lustro. Aunque Ámsterdam ha sido durante décadas el símbolo europeo de la libertad cannábica y uno de los sitios más fumetas del continente, distintas ciudades españolas le han ido ganando terreno con el auge de los clubs de consumidores de cannabis. De entre todas las ciudades españolas, Barcelona es la reina del cannabis y los porros, y concentra la mayoría de clubs.
Ahora un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) ha confirmado que Barcelona es la que más cannabis consume, según los análisis de las aguas residuales realizados en varias ciudades europeas. Las cifras, publicadas la semana pasada, corresponden a las mediciones realizadas en 2021. Según los resultados, Barcelona se lleva el primer puesto con una concentración de residuos del cannabis de 455 mg por cada día y cada mil habitantes. La cifra es tres veces mayor que la registrada en Ámsterdam ese mismo año: 157 mg/1000h/día.
Comparadas con hace dos años, las cifras de residuos de cannabis en Barcelona se han triplicado. En el año 2019 la medida en la capital catalana fue 150 mg/1000p/día, mientras que la de Ámsterdam fue mayor que la del año pasado y alcanzó los 260 mg/1000p/día. El informe del EMCDDA también incluye las medidas de la presencia de residuos del uso de cocaína, metanfetamina, anfetamina y MDMA. En cocaína se lleva la palma la ciudad de Amberes (Bélgica), el puerto más importante del norte de Europa, por donde se estima que entra gran parte de la cocaína proveniente de las Américas. En anfetamina Países Bajos es la primera de la lista, en metanfetamina República Checa gana por goleada (los cinco primeros puestos son ciudades del país) y en MDMA Países Bajos ocupa los dos primeros puestos, seguido de Bélgica.