Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, conocido por su brutal guerra contra las drogas dice que tomó marihuana para aguantar el ritmo de su agotadora agenda.

Parece que Duterte estaba muy cansado la semana que le tocó asistir a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Singapur y utilizó cannabis para aguantar el tirón de reuniones. “Consumí marihuana para mantenerme despierto”, dijo.

Dado que el comentario levantó bastante revuelo, Duterte matizó que el comentario fue de broma. Broma o no, algunos mandatarios reconocen que vieron a Duterte saltarse algunas reuniones para “irse a dormir”.

“Fue una broma, por supuesto que fue una broma, pero nadie puede impedirme que tenga mi estilo", dijo al respecto de su gracieta.

La broma es poco inspirada, desde luego (si es que lo es), pero se convierte en una de mal gusto cuando se tiene en cuenta que desde que Rodrigo Duterte entró en el gobierno de Filipinas miles de personas han muerto debido a su guerra personal contra las drogas. Aunque es imposible determinar cuánta gente ha muerto gracias a las políticas de Duterte, algunas fuentes señalan que han sido más de 4.800 personas desde julio de 2016.

La posesión de marihuana se castiga duramente en Filipinas, con penas que contemplan la cadena perpetua y multas que ascienden a los 10 millones de pesos (190.000 dólares o 160.000 euros). Poca broma.