Entre 1948 y 1975, EEUU implementó diferentes programas secretos en una base militar ubicada en el estado de Maryland en el que varios soldados fueron expuestos a sustancias químicas potencialmente peligrosas durante la Guerra Fría, como agentes neurotóxicos, gas mostaza y psicodélicos. Uno de ellos se trató del proyecto MK-ULTRA, donde los científicos, entre ellos muchos ex nazis, probaron el LSD para estudiar la posibilidad de la creación de nuevas armas. Ahora, un nuevo proyecto de ley pretende otorgarles los derechos correspondientes a los veteranos de guerra, ya que ellos no los poseen por estar bajo cláusula de confidencialidad.
“Más de 7.000 miembros del ejército de los Estados Unidos participaron en un programa en el que fueron sometidos a pruebas secretas de guerra química. El objetivo es que los veteranos de estos programas, bajo juramento de secreto, reciban todos los beneficios que se han ganado”, sostiene el proyecto de ley presentado por el senador demócrata Richard Blumenthal. Ahora, la iniciativa está siendo analizada por el Comité de Asuntos de Veteranos del Senado.
“Los científicos empleados por el gobierno, incluidos antiguos científicos de la Alemania nazi, probaron agentes mostaza, psicodélicos, agentes nerviosos y otras sustancias químicas peligrosas en los miembros del ejército. Cuando ellos ingresaron al programa en la base militar de Maryland, juraron guardar el secreto. Una violación de su juramento conllevaba la amenaza de un juicio militar o un proceso penal”, dice el proyecto de ley sobre el secreto que ha impedido que los soldados que participaron de estos programas no sean considerados veteranos de guerra y puedan acceder a los beneficios económicos y los servicios de salud que reciben las personas que fueron partícipes de los conflictos bélicos del país.