¿Ves esos sobrantes que quedan al final de la bolsa de cannabis? Sí, eso que ya no es ni cogollo, ni desecho, ni hebras. A eso se le llama “shake”.
En lugar de llamarlo algo así como “removido” vamos a darle a esos restos un nombre más sabrosón. El “batido” del cannabis sobrante puede ser usado. ¿Cómo? Pues como casi todo el cannabis en flor del mundo: te lo puedes fumar.
Los dealers con cabeza solían venderte estas sobras o bien a mejor precio o bien mezcladito con lo que les iba quedando, de esta manera podían quitarse de en medio un material que puede usarse pero que no es de primera. Ahora, en los lugares donde se ha legalizado el cannabis, es más sencillo “colarte” el “batido” de cannabis.
Los porros pre-enrollados (al igual que pasa con el tabaco de mala calidad en los cigarrillos) se montan en parte con el “batido” sobrante. De hecho, casi todo el porro es “shake”.
Esto no debería ser motivo de preocupación porque el “batido” es muy parecido a lo que queda del cannabis cuando lo pasas por un grinder. Así que esto no es una mala práctica, simplemente es darle salida a un producto que por su presencia no suele atraer tanto al público. Algunos dispensarios lo venden aparte.
Si la pregunta es si el “batido” es bueno o malo digamos que ni una cosa ni la otra, ¡o ambas! Es más barato que medio cogollo y por lo general consigues el mismo efecto o uno mayor (pues pueden ser restos de plantas más potentes), y lo puedes usar tanto para hacerte un porro como para cocinar comestibles.
Lo malo del “shake” es que puede contener las partes que uno quita antes de empezar a trabajarse la planta, sobre todo semillas o tallos; otro problema del “batido” es que siempre va a estar seco; la mayor desventaja: si estás utilizando cannabis para medicarte, con el “batido” nunca vas a poder controlar la dosis porque, en realidad, uno no sabe qué es lo que tiene. En este último caso es mejor que continúes comprando tus plantas habituales. Por si acaso.