Investigadores de la Universidad de Guelph, en Canadá, han publicado un estudio en el que afirman que las moléculas del cannabis tienen hasta 30 veces más potencial para aliviar el dolor que el uso de ácido acetilsalicílico (Aspirina).
El éxito de los científicos ha sido determinar la forma en que el cannabis produce dos metabolitos clave en la planta: la cannflavina A y la cannflavina B. Ambos son flavonoides conocidos de la planta de los que se sabía que tienen un efecto antiinflamatorio.
Con la información genómica disponible los investigadores han podido verificar qué genes de cannabis son necesarios para crear las cannflavinas A y B, responsables del efecto antiinflamatorio que intervienen en la reducción del dolor. “Claramente existe la necesidad de desarrollar alternativas para el alivio del dolor agudo y crónico que vayan más allá de los opioides. Las cannflavinas no son psicoactivas y apuntan a la inflamación en la fuente, lo que las convierte en analgésicos ideales”, explicaron los autores.
El objetivo ahora es conseguir la forma de producir más cantidades de estas moléculas, pues su presencia natural en la planta del cannabis presenta niveles muy bajos. Se conocen otros flavonoides del cannabis, que en modelos de laboratorio han generado respuestas antioxidantes, antialérgicas, antibióticas, antidiarreicas y contra el cáncer; pero en la mayoría de los casos los resultados no se han conseguido alcanzar fuera del laboratorio con personas.