El estudio, “Assessing Health-Related Outcomes of Medical Cannabis Use among Older Persons: Findings from Colorado and Illinois”, se puede leer en la revista Clinical Gerontologist. En este estudio se han seguido 139 casos de ancianos que han usado marihuana terapéutica y cómo se han reportado cambios en su calidad de vida durante un año. Esta investigación ha sido conducida por la Universidad de Illinois y la Universidad de Iowa.
Los investigadores determinaron que el uso medicinal del cannabis por parte de los mayores de 60 años mostró una asociación positiva en las mejoras en la calidad de vida relacionada con la salud de los sujetos de la prueba. El estudio asegura que existe una “correlación fuerte” entre el uso de cannabis y las mejoras que reportan los sujetos del estudio sobre el dolor que sufren y otras cuestiones relacionadas con la salud. Solo se ha encontrado algún caso marginal que ha manifestado efectos negativos menores.
En el estudio se asegura también que las personas que usan maría de manera habitual mostraron la mejoras más relevantes en su salud.
“Nuestro modelo también identificó una fuerte relación positiva entre una mayor frecuencia de consumo de cannabis y las mejoras autoinformadas de los síntomas del dolor”, continuaron. "La relación positiva entre el uso casi diario y los informes ofrecen mayor evidencia del valor que se percibe del cannabis medicinal como un enfoque terapéutico para el manejo del dolor".
Sin embargo, el estudio también hace notar que desde una perspectiva clínica se han recibido informes que aseguran que los usuarios más mayores experimentan una serie de consecuencias tanto positivas como negativas del consumo de cannabis.
“Si bien el consumo de cannabis parece mejorar una serie de resultados autoinformados, los pacientes pueden subestimar los efectos negativos y los médicos deben tener cuidado de incluir una evaluación directa de los riesgos y daños potenciales para los adultos mayores que consumen cannabis con fines médicos”, concluyen.