Los resultados preliminares del mayor estudio realizado en Reino Unido con cannabis medicinal, el proyecto Twenty21, fueron presentados esta semana con unas conclusiones prometedoras. El 51% de los 900 pacientes que participaron refirieron un aumento en su salud y calidad de vida y una mayor capacidad para llevar una vida más normal después de tres meses de tratamiento. El estudio también ha encontrado mejoras significativas en la capacidad de los pacientes para manejar afecciones secundarias tales como ansiedad, insomnio y depresión. Otro de los logros es que ahora los pacientes pueden evitar la criminalidad con prescripciones legales.
La mayoría de los participantes son pacientes con enfermedades y dolencias para las cuales el cannabis tiene una aplicación probada, pero que no habían podido acceder a un tratamiento porque en Reino Unido, aunque está regulado, los médicos de la sanidad pública son reacios a recetarlo y tienen que pagar un médico privado para conseguir una receta.
El Twenty21 es un proyecto diseñado para mejorar el acceso de los pacientes al cannabis medicinal a través de acuerdos con proveedores autorizados en Reino Unido, y al mismo tiempo funciona como un estudio observacional diseñado para recopilar una gran cantidad de datos sobre los pacientes del país que pueden beneficiarse del cannabis. Detrás del proyecto está la fundación Drugs Science, fundada por el neurólogo David Nutt, una eminencia de la investigación científica con drogas que aboga por políticas públicas basadas en la ciencia, la salud pública y el respecto a los derechos humanos.
“Nuestros datos muestran que el cannabis recetado legalmente proporciona mejoras clínicamente significativas en la calidad de vida de los pacientes que viven con afecciones como dolor crónico, esclerosis múltiple, síndrome de Tourette, epilepsia y trastorno de estrés postraumático”, dijeron los investigadores.