El cannabis y sus múltiples usos puede ser una clave para alcanzar varios de los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU para el año 2030. Esta es la apuesta del investigador Kenzi Riboulet-Zemouli, autor principal de un informe publicado en 2019 y ahora traducido al español en el que se explora el potencial del cannabis para hacer frente a los objetivos fijados por las Naciones Unidas en 2015, la llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La guía Cannabis sostenible: manual de políticas públicas está organizada en capítulos, y en cada uno de estos se explora uno de los objetivos para el desarrollo sostenible. Estos abarcan el fin de la pobreza, el crecimiento económico, la salud y el bienestar y la acción por el clima, entre otros. El informe relaciona la planta del cannabis y sus políticas públicas con buena parte de las metas que conforman 15 Objetivos de Desarrollo Sostenible (la Agenda 2030 cuenta con un total de 17).
“En una aldea mundial sobreconectada donde el comportamiento de nuestras sociedades perturba la naturaleza en su punto más extremo (desde las pandemias hasta el cambio climático), la década 2020-2030 exige una visión renovada, y una nueva forma de conectar con la naturaleza. En este objetivo, el Cannabis y sus políticas pueden establecerse también como un pilar fundamental”, dice la introducción del informe.
El informe fue originalmente publicado por FAAAT en marzo de 2019, y ahora ha sido publicado por la asociación Observatorio Europeo de Cannabis. Según el autor, un enfoque novedoso de las políticas podrá ser útil más allá de los problemas relacionados con la planta, y puede significar una importante herramienta para apoyar otros objetivos y cambiar “numerosas políticas públicas anticuadas y anti-sostenibles que no estén relacionadas ni con cannabis, ni con drogas”.