Una investigación de la Universidad de Colorado, que ha sido publicada en la revista Addiction, examinó los cerebros de más de 1.000 participantes de diferentes edades y encontró que el consumo de alcohol a largo plazo es mucho más perjudicial para el cerebro que el consumo de marihuana.
A través de resonancias magnéticas se han examinado los datos referentes a los tipos de tejido que conforman el cerebro, la materia gris y la materia blanca, la primera encargada de la funcionalidad y la segunda de la conectividad cerebral, resumiendo mucho.
El alcohol se asoció significativamente con una disminución en el tamaño de la materia gris y una pérdida de integridad en la materia blanca, especialmente en adultos con décadas de exposición al consumo alcohólico. “Del alcohol sabemos que es perjudicial para el cerebro desde hace mucho tiempo”, dijo en un comunicado uno de los autores del estudio, Kent Hutchison, profesor de neurociencia. “Pero del cannabis sabemos muy poco”, comentó refiriéndose a estudios anteriores. “Cuando miras las investigaciones mucho más de cerca, ves que gran parte de ellas probablemente no sean precisas”.
La investigación demostró que “si bien la marihuana también puede tener algunas consecuencias negativas, definitivamente no se acerca a las consecuencias negativas del alcohol”. La marihuana no parece afectar a la cantidad de materia gris o a la integridad de la materia blanca. A pesar del resultado, los científicos advierten que las conclusiones no significan que la marihuana sea inocua para el cerebro ni tampoco que sea beneficiosa.