Un pequeño estudio realizado para medir los posibles beneficios de la microdosificación de psilocibina no ha encontrado resultados que apoyen esta hipótesis. El estudio ha concluido “sin evidencia que respalde un mayor bienestar, creatividad y función cognitiva”, dicen las conclusiones. Los autores de este estudio, recién publicado en la revista Nature, señalan que los supuestos beneficios atribuidos a las microdosis de psilocibina pueden estar causados por las expectativas de quienes las usan.
Para el estudio se seleccionaron 34 personas adultas que tenían previsto consumir microdosis de antemano. Las personas seleccionadas se comprometieron a modificar su previsión de consumo y en su lugar siguieron el protocolo del estudio, que consisitó en dos semanas de administración separadas por una de descanso. En una de las dos semanas de administración algunos de los participantes recibieron 0,5 gramos de psilocibina en cápsulas, y otros un placebo (una cápsula idéntica sin psilocibina), y en la siguiente semana se intercambiaron las cápsulas.
El estudio fue randomizado y la administración fue doble ciego, es decir, ni los participantes ni los investigadores sabían qué sujetos estaban en su semana de microdosis y cuales en su semana de placebo. Dos días antes de cada semana de administración, los participantes completaron una serie de cuestionarios y escalas, y volvieron a hacerlo a la mitad y el final de la semana de administración. Los investigadores querían medir posibles cambios en la experiencia subjetiva, el comportamiento, la creatividad, la percepción, la cognición y la actividad cerebral. También hicieron mediciones de la actividad cerebral mediante electroencefalograma (EEG).
Pero los resultados no mostraron ninguna mejora en el estado de ánimo, la creatividad o las capacidades mentales, como a menudo afirman algunos usuarios y defensores de las microdosis, y únicamente se observó una alteración de la percepción subjetiva y una mayor actividad celebral. “Según nuestros hallazgos, las dosis bajas de hongos de psilocibina pueden provocar efectos subjetivos notables y ritmos de EEG alterados, pero sin evidencia que respalde un mayor bienestar, creatividad y función cognitiva. Llegamos a la conclusión de que la expectativa subyace en al menos algunos de los beneficios anecdóticos atribuidos a la microdosificación con hongos de psilocibina”, escribieron los autores.