El pasado domingo el Servicio Secreto de EE UU desalojó la Casa Blanca después de encontrar un polvo blanco sospechoso en una zona del ala oeste accesible a los turistas. Tras un análisis rápido de la sustancia esta dio positivo en cocaína, un resultado que se confirmó ayer de forma oficial. Por ahora se desconoce cómo llegó la sustancia a la Casa Blanca y se están analizando las cámaras de vigilancia para averiguar si llegó de la mano de un trabajador del edificio o por un turista.
El hallazgo del polvo blanco hizo saltar todas las alarmas por la posibilidad de que se tratase de una amenaza para la seguridad del edificio. El Servicio Secreto hizo llamar a los bomberos, a agentes de la CIA y a personal de emergencias para abordar el riesgo de la situación. Finalmente la sustancia resultó ser nada más y nada menos que cocaína, y antes de que se produjera un comunicado oficial la noticia saltó rápidamente a los medios.
En el momento del hallazgo el presidente Joe Biden y su familia no se encontraban en la Casa Blanca, sino que estaban en Camp David, otra de las residencias oficiales que corresponden al presidente de EE UU, en donde la familia Biden se encontraba pasando el fin de semana. Después de que en un análisis preliminar la sustancia arrojara un resultado positivo en cocaína, la Casa Blanca fue reabierta y el polvo fue enviado para un análisis más preciso que también ha dado como resultado cocaína.
La Secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo en la rueda de prensa diaria que la cocaína fue encontrada en una zona muy transitada del edificio y que la investigación sigue en manos del Servicio Secreto. “Quiero dejar muy claro que es una zona muy transitada. Es la parte por donde pasan los visitantes hacia el ala oeste. No tengo más información. No voy a especular sobre quién fue”, declaró.