A finales de la semana pasada 30 congresistas demócratas enviaron una carta al presidente Biden solicitando una aclaración sobre la política de empleo de la Casa Blanca y el por qué de los despidos que se produjeron a personas que dijeron haber usado cannabis en el pasado. En la carta los congresistas pedían al presidente que dejara de considerar el uso de cannabis en el pasado como una causa de despido o cambio de trabajo forzado.
Un día antes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, informó de que el presidente no cambiaría la política de despidos (a pesar de que podría hacerlo) mientras el cannabis siga siendo una sustancia ilegal a nivel federal. Según ha publicado Marijuana Moment, la oficina de prensa volvió a pronunciarse al día siguiente a través de un comunicado en el que se decía que nadie había sido despedido por “uso de marihuana desde hace años” ni por “uso esporádico o poco frecuente durante los 12 meses anteriores”.
Según la secretaria de prensa, solo cinco empleados de la Casa Blanca han perdido sus trabajos por el consumo previo de cannabis desde que Biden asumió el cargo de la presidencia. La secretaria indicó que algunas de las cinco personas a les que se les pidió que renunciaran por haber afirmado consumir cannabis en el pasado, también resultaron tener “otros problemas de seguridad” que podrían interferir con el puesto de trabajo.
Durante la polémica se ha aludido en diversas ocasiones a la vicepresidenta Kamala Harris, quien dijo durante su campaña presidencial que había sido consumidora de cannabis, y que obviamente no será despedida. “Aquellos en los rangos superiores de su administración no enfrentarán consecuencias por su consumo de cannabis, y tampoco deberían hacerlo, pero se debe aplicar el mismo estándar en toda la administración”, escribieron los congresistas en la carta a Biden.