Investigadores descubren que un tipo de musgo tiene propiedades muy parecidas a las del cannabis. ¿Estamos ante un nuevo mundo de sabores o ante algo realmente asqueroso?
El musgo en cuestión forma parte de plantas muy simples de la familia de las Hepaticophytas. Se llaman así por su parecido a un riñón. No os extrañe que si se parecen a un riñón alguien crea que son buenas para ese órgano. Que las cosas tengan parecido no significa que estén relacionadas.
Algunas de estas plantas producen una sustancia conocida como PET (perrottetinene). Según el equipo de investigación que ha determinado la relación entre el musgo y el cannabis, aseguran que el PET tiene efectos y estructura similar al THC.
El sólido trabajo del equipo de investigación ha comparado PET y THC descubriendo que ambos productos se “acoplan” en los mismos receptores y producen efectos similares. Mientras que el cannabis es ilegal el PET se pueden comprar de manera gratuita y legal en muchos lugares, como Nueva Zelanda (lugar de dónde nace el estudio): uno puede pedir por Internet R. Marginata, una planta que por lo general produce PET.
Es posible que el PET tenga efectos antiinflamatorios mejores que los de THC tal y como demuestran (hasta ahora) las pruebas que se han realizado en laboratorio con ratones. Esto significa que el PET podría tener capacidades curativas muy superiores a las del cannabis y se plantea que podría ser utilizado para casos como la esclerosis múltiple. Sin embargo, aún queda mucho por saber sobre los efectos de PET y, por el momento, pensemos en que ese “podría” queda bien lejos de ser una realidad a día de hoy.