Tras examinar 3.600 pruebas a conductores involucrados en accidentes de coche un estudio dictamina que es 10 veces más probable tener un accidente mortal cuando uno va bebido que con el uso de marihuana.

Los datos del estudio son de 2011 y fueron recopilados y estudiados por la Universidad de Lyon (Francia). Los resultados acaban de publicarse en la revista PLOS-One.

En las conclusiones podemos leer que los conductores bajo la influencia del alcohol tienen “17.8 veces más posibilidades de ser responsables de un accidente mortal” si se compara con un conductor sobrio. Por el contrario, los conductores que tomaron cannabis tienen un 1.65 probabilidades de ser responsables de un accidente mortal.

Aparte de que el abismo entre una y otra es considerablemente acusado, un 1.65 es muy poca diferencia entre sobrios y “fumados”.  ¿No es esta otra constatación de que las leyes sobre conducción y cannabis deberían suavizarse?

Otro estudio de este año concluyó algo similar al de la Universidad de Lyon: David Bienenstock recopiló los datos de accidentes de tráfico y los comparó entre los conductores sobrios y los que tomaron cannabis. El incremento en probabilidades de sufrir un accidente bajo el cannabis son de 5% por encima del sobrio. Por supuesto, en todo momento estamos hablando de conducir bajo los efectos del THC.

En este mismo estudio de Bienenstock se encuentra un dato tremendo: es más probable sufrir un accidente mortal mientras se utiliza el móvil para escribir (310%) que cuando uno va borracho (293%).

Así como investigaciones pasadas daban por hecho que conducir bajo la influencia del cannabis reducía considerablemente las capacidades para conducir pese a “aumentar la velocidad de reacción y conducir de forma más cauta”, los que están borrachos tienden a conducir más rápido y de manera más arriesgada.