Una gaviota salvó de ir a la cárcel a un traficante sueco durante una redada cuando esta se llevó las pruebas.
En ocasiones la realidad supera el absurdo y la comedia se expande por el universo como mantequilla derretida. Una noticia que no nos la íbamos a creer si alguien nos la contara resulta que tiene como testigo y dando fe del hecho nada más y nada menos que a la policía sueca.
Durante el Festival Cultural de Gotemburgo la policía sueca dedicó efectivos a prevenir el tráfico de droga. Según se relata en la web oficial de la policía, unos agentes de paisano investigaban, entre otras cosas, unos delitos relacionados con la venta de droga en la zona de Bastion Square. La policía advirtió que una pareja compuesta por un hombre y una mujer que estaba sentada en un banco estaban realizando algo sospechoso. La mujer, en concreto, fumaba algo que se identificó como marihuana o hachís, por lo que decidieron intervenir.
Al acercarse a reprender a la pareja pudieron ver como otro hombre, cerca del umbral de una puerta, arrojaba una bolsa al suelo cuando éste vio a la policía venir. Esa persona, en principio, no estaba relacionada con la pareja del banco. El gesto del paisano hizo sospechar a la policía, pues esto de tirar bolsas al suelo es algo que los traficantes suelen hacer para evitar que les pillen con la droga encima.
Debido al tamaño de la bolsa, los policías calcularon que se trataría de unos 5 o 10 gramos de marihuana. Sin embargo, nunca se sabrá a ciencia cierta pues cuando la policía fue a por la bolsa esta salió volando. Bastion Square estaba lleno de gaviotas y una de ellas vio la oportunidad de hacerse con el botín: agarró la bolsa y se la llevó al cielo. Lejos, bien lejos, donde la cana no pueda cogerla. Vuela, pequeña gaviota, vuela.
Como la policía se quemó, trató de arrestar a todo el que pudo de la plaza pero se les escaparon excepto la muchacha que estaba fumando mota, a la que se llevaron con cargos de consumo y posible posesión. En fin, los suecos.
De la gaviota no se supo nada más.