La semana pasada el gobierno de Australia anunció que se va abrir un local para el estudio del cannabis medicinal y sus propiedades.
Este lugar estará en las afueras de Sydney y será un lugar de investigación de alto nivel dedicado a la marihuana medicinal. El lugar está financiado con el dinero de los contribuyentes de Australia. La marihuana que se cultive irá para los pacientes que puedan comprar cannabis para uso médico.
“Las personas que sufran epilepsia o cáncer puede comprar las plantas o comprar el producto que tiene las mismas propiedades y composición”, dice Adam Marshall, Ministro de Agricultura por Gales del Sur.
Detrás de esto está la inconsistencia entre distintos lotes de cannabis que uno puede comprar para tratar sus dolencias. También es el caso de la marihuana para uso recreativo pues dependiendo del lote los efectos pueden ser diferentes o, en el peor de los casos, ni siquiera tener efectos. La intención del gobierno es asegurarse de que la marihuana que uno compra para uso médico tenga algún efecto terapéutico y que siempre sea el mismo.
Australia permite el uso de cannabis medicinal desde 2016, aunque su legislación es bastante restrictiva. Pese a esto los pacientes registrados son unos 15.000.