El partido ecologista australiano, conocido como The Greens, con más de un millón de votos y representación en las dos cámaras del país del canguro, ha presentado una propuesta de legalización que quiere mirar a Estados Unidos, Uruguay y España (?) como ejemplos de cosas bien hechas.
El senador Richard Di Natale (en la imagen), líder del partido, argumentó que “casi siete millones de australianos usan cannabis y esa elección puede llevarlos a una condena penal y afectar a su oportunidad de conseguir un trabajo, además de obtener productos de calidad y pureza desconocidas y que, por supuesto, lo único que están haciendo es alimentar las megaganancias de los grupos criminales”. Como parte del plan, se crearía una agencia oficial que actuaría como único mayorista en la venta de cannabis, así como también un organismo regulador responsable de emitir licencias para los posibles cultivadores y vendedores minoristas. “Tenemos que sacar esto de las manos de delincuentes y comerciantes, tenemos que asegurarnos de que esté en manos de los profesionales de la salud”, insistió Di Natale.
La propuesta ya ha recibido algunas adhesiones notables, como la del ex comisionado de la Policía Federal Australiana (AFP), Mick Palmer, quien afirmó que si bien no era partidario en general de los verdes y de las políticas del senador Di Natale sí tenía mérito la idea de despenalizar el cannabis. Di Natale también habló de los impuestos y su distribución: “Se recaudarán miles de millones para nuestro sistema de atención sanitaria y se enfocarán los recursos policiales en donde más se necesitan”.