La agencia de medicamentos brasileña Anvisa aprobó el pasado diciembre el uso de productos cannábicos para uso medicinal. En una votación separada la misma agencia rechazó la regulación del cultivo de cannabis, incluido el autocultivo. Según ha publicado el New York Times la agencia estableció reglas específicas para la fabricación, importación, venta, empaquetado y comercialización de los productos a base de cannabis.
Los productos cannábicos se venderán en farmacias y solo se podrán obtener con una receta médica. La normativa aprobada por Anvisa determina que las empresas brasileñas que quieran elaborar productos medicinales a base de cannabis deberán importar el cannabis en alguna forma semielaborada desde otro país, no permitiendo la importación de la planta o partes de ella. La regulación podría ponerse en marcha el próximo febrero según los periodos de tiempo descritos por la agencia gubernamental. Habrá dos tipos de prescripciones cannábicas, una con THC que solo estará indicada para pacientes terminales y para aquellos que hayan agotado otras formas de tratamiento, y otra con menos del 0,2% de THC que podrá ser recetada con menos restricciones. Fue el presidente Bolsonaro quien dijo que no se opondría al uso medicinal pero no permitiría “que brechas de la legislación sean usadas para plantar y consumir la marihuana”. El cannabis es ilegal en Brasil, pero desde 2006 se despenalizó el uso personal, y desde entonces ya no conlleva penas de cárcel. También se permite desde 2015 la importación de productos a base de CBD con prescripción médica.