Harina de cannabis, ¿merece la pena?
A diferencia de los aceites la harina de cannabis es bastante simple de hacer.
A diferencia de los aceites la harina de cannabis es bastante simple de hacer.
La harina de cannabis se caracteriza porque puede durar mucho tiempo sin echarse a perder, basta con guardarla adecuadamente en un lugar ni demasiado seco ni húmedo dentro de un frasco de cristal. Es un subidón de energía y nutrientes naturales.
Si eres una persona a la que el sabor del cannabis no le gusta (solo disfrutas con los efectos) la harina no va a ser lo que vayas a querer para hacer: es puro sabor cannábico. Existe la posibilidad de que enmascarar el sabor con especias, azúcar o demás, pero siempre te va a venir la maría encima. Bueno, de eso se trata, ¿no?
Para hacerla necesitas unos 7 gramos de cannabis, una máquina de moler café (o una batidora) y un cedazo (o un colador).
Mete el cannabis durante 45 minutos en un horno a unos 115 ºC para que se active el THC de la planta; cuando se enfríe muévelo hasta la máquina de moler café y conviértelo en un fino polvo; consérvalo en un lugar alejado de la luz del sol en un recipiente sellado. Cuando quieras convertir ese polvo en harina pon la cantidad que desees junto con una cantidad más o menos similar de harina normal en un cedazo. Es importante para que se mezclen bien los dos materiales.
Como dijimos, simple y fácil, mucho más que los aceites. Esta harina sirve para cocinar en las que uno pueda echarle este tipo de producto, desde tostadas francesas a bizcochos. Buscad vuestras recetas, cannacocineros.