Si algo tiene de interesante los EE.UU es la libertad de culto que ofrece su constitución. Con un poco de suerte, empeño y feligreses cualquiera puede montar una Iglesia. En esta se pueden consumir cannabis y la ley, de momento, lo permite.
Aunque iglesias del cannabis hay muchas, siendo las más conocidas la Primera Iglesia de la marihuana en Indiana o la Iglesia Internacional del Cannabis en Denver. Siempre hay algún problema que amenaza su estabilidad. En la primera un juez determinó que no se podía fumar y en la segunda sus socios fundadores han acabado pisando los tribunales. Sin embargo, en la Philadelphia Temple of Hemp and Cannabis, iglesia rastafari, se puede ir a comulgar y a fumar cannabis medicinal siempre que uno tenga tarjeta médica. ¡Y el estado lo permite!
Y esto es así, fundamentalmente, porque la iglesia se levanta sobre una tienda de productos cannábicos que se llamaba Philly THC.
“No es una iglesia normal”, dice su fundador Patrick Duff. “De hecho tiene una licencia de tienda de regalos. Pagamos nuestros impuestos. Pero la razón de que hayamos abierto es que no había nadie que proveyese de un espacio para que los pacientes de marihuana medicinal pudieran reunirse y tomar sus medicinas en compañía”.
Lugares de consumo social del cannabis como Philly THC ofrece a los pacientes noveles asesoramiento y ayuda en un campo tan plagado de productos como es el del cannabis legal.
Pero, ¿es legal completamente fumar en la iglesia?, porque en otras iglesias asentadas en estados legales y con la ley en la mano parecía legal consumir dentro. Por ejemplo, el caso de Iglesia Internacional del Cannabis es un precedente de un estado legal, Denver, en el que se acabó por llevar a los tribunales a sus fundadores por “consumo público”. Pese a que las Iglesias se acogen a la Primera Enmienda para evitar esto, no suele funcionar. Pero el caso de la iglesia rastafari es diferente pues la ley de Pensilvania ampara a los consumidores registrados de cannabis medicinal. En Pensilvania estos tienen el derecho de consumir donde quieran, siempre y cuando no sea marihuana fumada. Nada de porros. En cambio sí que pueden usar vapeo o el dabbing electrónico o, por supuesto, el consumo de comestibles.
Se está tanteando la posibilidad de que se amplíen estas leyes y que afecten también al cannabis recreativo, así como que se pueda consumir (sin fumar) en otros lugares como los cafés. Mientras tanto, los ciudadanos de Pensilvania podrán ir hasta la Iglesia para tomar su santa medicina.