Pero, ¿Cómo podemos saber que Santiago Malatea se fumó un canuto en los estudios de Telefe? ¿Le pillaron con el porro en los labios? ¿El olor a marihuana fue suficiente para levantar sospechas? No, ¡claro que no! ¿Pero en qué siglo viven ustedes? Fue el propio Malatea el que subió un video donde se le ve fumándose el canuto en uno de los lavabos de la cadena de televisión argentina. Un chico que ha nacido en el mundo de la imagen y que vive de eso, no concibe que algo que haga no sea relevante para publicarlo en Redes Sociales, aún a sabiendas de que pueda levantar polémica. ¿Buscada? Tal vez. ¿Sirve este acto en algo para la causa cannábica en el mundo? Pues seguramente no.
El caso es que Malatea participó en el programa El precio justo en Telefe y, aprovechando la situación, se hizo un vídeo fumándose un canuto. Lo subió a Instagram y esto generó una buena bulla. Poco después, fue invitado a Los ángeles de la mañana en donde se refirió al tema: "Tiene que ver con la naturalización. No pensé, 'voy a fumar porro en televisión', porque yo fumo porro todo el tiempo: en mi casa, cuando voy a un evento, cuando voy a comer con mi viejo... Lo tengo naturalizado, lo veo de otra manera”.
Pese a que la pornografía de los eventos y sucesos vitales contados sistemáticamente en redes sociales nos parece algo demasiado moderno como para entenderlo en su total plenitud, lo que sugirió Malatea sí que parece basante acertado: “Te educan con un miedo a algo que cuando lo conocés, te lo pintaron tan malo que no te asusta. Yo pensaba que si fumaba un porro me iba a morir en dos horas o que me iban a violar, hasta que me di cuenta que no. Esos son los momentos cuando una generación piensa que la otra está equivocada".
Por lo que contó, a sus padres no les hizo mucha gracia lo de que fume canutos. Y en el mismo programa se refirió a una conversación que tuvo con su padre sobre este tema:
"Mi viejo se largó a llorar y me dijo: 'Yo me peleo con amigos por el porro y ahora me peleo con vos'. Yo le dije que dejara de pelearse con la gente. Por supuesto que se pusieron mal y quisieron que vaya a rehabilitación". "Yo empecé a fumar cuando tenía 20 años y mis viejos me veían muy chico todavía. Arranqué a trabajar, me fui a vivir solo, me independicé y mis papás soltaron porque entendieron que una cosa no tiene que ver con la otra. Mi vieja me pidió que le compre la revista THC para entender un poco más".
Nosotros le hubiéramos recomendado la Revista Cáñamo, pero, claro, no podemos ser parciales en este asunto. Maratea insiste en que no es apología de las drogas sino de su droga. El no quiere tratarse con otra cosa que no sea marihuana.