Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, ha presentado un proyecto de ley para prohibir el CBD y todos los productos derivados del cannabis. Además, se penaría la "importación, procesamiento, posesión, transferencia, distribución, comercio, transporte, envío, entrega, venta al público y consumo, incluso en forma semiacabada, seca o triturada" de las flores de cáñamo, dice la iniciativa parlamentaria que modificaría varios puntos de las leyes de seguridad del país.
En caso de aprobarse, la ley bloquearía por completo a uno de los rubros que más está creciendo en la industria del cannabis. Tras las reglamentaciones europeas, todos los productos que no superen alrededor del 0,2% de THC –en algunos países puede variar el porcentaje- pueden comercializarse. De esta manera, en los últimos años han florecido las tiendas de CBD. Pero la iniciativa de la primera ministra podría sepultar el acceso legal a estos derivados de la planta. Algunos parlamentarios que se oponen al proyecto de Meloni han asegurado que la medida provocaría el cierre de tres mil empresas y unas quince mil personas se quedarían sin trabajo.
La prohibición al CBD y todos los productos derivados del cannabis es tan solo un punto de un amplio abanico de normativas que están incluidas en un proyecto de ley sobre la seguridad en Italia. Es una iniciativa que surgió el año pasado, cuando comenzaron los primeros meses de la gestión de Meloni. Entre otros de los puntos, la propuesta también atiende puntos como las condiciones carcelarias, la inmigración y las manifestaciones públicas, en donde se les otorga más poder a las fuerzas de seguridad y se endurecen las penas a quienes incumplirían la ley. Meloni pretende lograr la aprobación en las próximas semanas.