El Ministerio de Salud de Japón ha empezado a trabajar en la futura regulación del cannabis medicinal en el país y en un cambio de política para criminalizar todavía más el consumo recreativo de la planta. El pasado mayo un panel de expertos convocado por el ministerio se reunió con el objetivo de discutir las modificaciones que sería necesario introducir en la Ley de Control del Cannabis promulgada en 1948 para llevar a cabo el cambio de política.
El ministerio anunció que estaba estudiando una futura regulación del cannabis medicinal hace justo un año. Luego, durante el verano, el ministerio publicó un informe en el que recomendaba al Gobierno acometer algún tipo de regulación sobre el cannabis y sus derivados a fin de permitir determinados tratamientos medicinales para los pacientes. Según ha publicado el diario Asahi, el informe hacía referencia a los tratamientos para la epilepsia refractaria, para los que se usa predominantemente el CBD.
Las modificaciones de la ley propuestas van encaminadas a hacer una nueva distinción entre lo que es legal y lo que no en la planta del cannabis. La ley actual prohíbe el cultivo y tenencia de cannabis, incluyendo todas las partes de la planta, así como la fabricación de medicamentos elaborados a partir de él. La idea es permitir el uso de la planta o de derivados para fines medicinales y poner el límite legal en la presencia de THC. Es decir, se pasaría a permitir los productos cannábicos ricos en CBD siempre que no contengan THC, y se endurecerían las penas por posesión de plantas y derivados con THC.