El canadiense ídolo de masas está a punto de sacar disco nuevo y aprovechó para contar que fue un adicto a la marihuana.
A ver: un cantante mediático se pasa una cantidad considerable de años sin sacar material nuevo. Llega el momento de promocionar el esperado regreso y toca hablar de cualquier cosa con tal de estar en los medios el mayor tiempo posible. Lo hizo la que fue su pareja Miley Cyrus y ahora le toca a Bieber: vamos a hablar de lo enganchado que estuve a una droga menor que socialmente tiene bastante aceptación, pero de adicciones a otras mejor no hablamos no vaya a ser que la gente piense mal.
El disco, que se llama Changes (no se le vaya a escapar a nadie que el nombre del disco anticipa que este parón de 5 años le ha servido para crecer como músico y ser humano) viene acompañado también de un documental (otro) sobre la vida de Bieber. Es ahí donde nos cuenta que empezó a pegarle a la lejía desde muy pequeño.
“La primera vez que fumé marihuana fue en mi patio trasero, me drogué, tenía apenas unos 12 o 13 años. Me di cuenta de que me gustaba mucho y me aficioné a la hierba”, admite. “Empecé a depender realmente de eso, y fui consciente de que tenía que parar, me creó una dependencia y eso no era bueno”.
Justin Bieber también cuenta en el documental que consumía pastillas (no sabemos de qué tipo, a lo mejor eran Juanolas), jarabe para la tos por la codeína (un clásico entre los famosos) y setas alucinógenas.
No hace mucho que el cantante también contó que había tenido una mononucleosis severa y contraído la enfermedad de Lyme, que se produce cuando te pica una garrapata yi se dan un tipo de condiciones específicas que no son para nada habituales.