Nuevos cannabinoides
El primero de ellos fue presentado en septiembre del año pasado por Raphael Mechoulam, que fue el primer investigador en aislar y describir la estructura del THC. La molécula en cuestión es el éster metílico del cannabidiol ácido, que ha sido bautizado como HU-580. Mechoulam está convencido de que este cannabinoide podría ser más terapéutico en el tratamiento de la depresión que el uso de CBD, así como también presentar beneficios en el desarrollo de fármacos para el tratamiento de la artritis, la ansiedad, la psoriasis y la enfermedad inflamatoria intestinal. El nuevo cannabinoide ha sido desarrollado a partir de la forma ácida del CBD, el CBDA. Las formas ácidas de los cannabinoides conocidos son muy difíciles de utilizar porque son altamente inestables y esta nueva molécula parece funcionar como una fórmula estabilizada del cannabidiol ácido.
Por otro lado, en diciembre, un equipo de investigadores italianos presentó dos nuevos cannabinoides presentes de manera natural en la planta del cannabis, bautizados como THCP y CBDP. Por ahora se sabe poco del efecto de estos casi desconocidos cannabinoides, pero los investigadores han observado que tienen una afinidad hasta 30 veces mayor con el receptor cerebral CB1, sobre el que actúa el cannabis. Esto quiere decir que los cannabinoides recién descubiertos tienen un efecto mucho más potente que el THC y CBD. Los autores de la investigación han evaluado algunos de los efectos sobre ratones de laboratorio, y vieron que el THCP provocaba efectos similares al THC pero con dosis más bajas. Debido a los resultados obtenidos el equipo investigador está convencido de que el THCP debe tener un papel importante sobre los efectos psicoactivos del cannabis, tradicionalmente atribuidos únicamente al THC.
Más estudios
Hace un año se publicó un estudio que concluía que la evidencia científica sobre la utilidad del cannabis medicinal en el tratamiento de enfermedades mentales es insuficiente. Un equipo investigador realizó un revisión sistemática y un metanálisis de 83 ensayos clínicos realizados con 3000 personas durante casi 40 años. Los autores buscaron la evidencia encontrada hasta el momento en la aplicación de cannabinoides en ensayos realizados en personas con depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, síndrome de Tourette, trastorno de estrés postraumático y psicosis. Los resultados mostraron que la evidencia científica del efecto positivo del cannabis en estas enfermedades es escasa por el momento. Los investigadores reclamaron más investigación de mejor calidad para conseguir evidencias más sólidas del uso de medicinal del cannabis en estas enfermedades.
En Canadá se realizaron dos estudios diferentes presentados esta última primavera. Un equipo de investigación de la Universidad de McMaster en Ontario encotró evidencias de que el cannabinoide CBG puede servir para combatir superbacterias. Los científicos descubrieron que el el CBG podía combatir bacterias del tipo Staphylococcus aureus, un denominativo para las superbacterias que son resistentes a la penicilina, pero que en las pruebas con células de laboratorio el CBG consiguió matar a las más comunes. Tras lograr resultados positivos los investigadores llevaron a cabo las mismas pruebas con ratones. Según los investigadores resulta prometedor pero aún hace falta mucha investigación antes de probarlo en humanos. El otro estudio fue realizado en la Universidad de Guelph y según los investigadores los resultados mostraron que algunas moléculas del cannabis tienen hasta 30 veces más potencial para aliviar el dolor que el uso de la aspirina. El éxito de los científicos fue determinar la forma en que el cannabis produce dos metabolitos clave en la planta: la cannflavina A y la cannflavina B, que son dos flavonoides conocidos por su efecto antiinflamatorio. Ahora quieren conseguir la forma de producir más cantidades de estas moléculas, pues su presencia natural en la planta del cannabis presenta niveles muy bajos.
Cannabis medicinal mal usado
Un estudio publicado en marzo llegó a la conclusión de que la mayoría de los productos cannábicos ofertados en EE UU son demasiado potentes para tratar el dolor neuropático. El estudio analizó 8505 productos de cannabis vendidos en nueve estados del país. Los investigadores explicaron que según varios estudios para el tratamiento del dolor neuropático los productos cannábicos con una baja concentración de THC (5%-10%) son más efectivos que aquellos con concentraciones elevadas (+ del 15% de THC). No obstante el estudio encontró que apenas hay diferencia entre las concentraciones de los productos cannábicos destinados a uso medicinal (19,2% de THC de media) y a uso recreativo (21,5% de THC). La mayoría de productos medicinales vendidos en los dispensarios online tenían concentraciones de THC superiores al 15%, demasiado altas para tratar el dolor, por lo que los investigadores creen que se está ofreciendo productos inadecuados a los pacientes y que estos no reciben la información adecuada.
Un buen escondite
También fue una sorpresa descubrir el caso de un hombre al que le extrajeron de la nariz unos restos de marihuana que tenía alojados desde hacía 18 años. El hombre acudió al médico por dolores de cabeza y un escáner del cráneo reveló un objeto en una cavidad nasal que resultó ser un globo con restos de cannabis. Según dijo el tipo 18 años atrás había estado ingresado en prisión y un día su pareja le llevó algo de marihuana en una visita a la cárcel. El hombre había introducido la marihuana en un globo y luego se lo había metido por la nariz para eludir los controles de la cárcel. Para que pasara desapercibida el hombre acabó empujando tanto el globo que pensó que había acabado por tragárselo. Pero no se lo había tragado.