La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE UU han emitido esta semana una advertencia sobre los riesgos potenciales del cannabinoide delta-8 THC para los consumidores. El Delta-8-THC es un compuesto psicoactivo presente de forma natural en la planta del cannabis en pequeñas cantidades que se ha estado vendiendo en EE UU a partir de extracciones de CBD modificadas.
“Es importante que los consumidores sepan que los productos Delta-8 THC no han sido evaluados ni aprobados por la FDA para su uso seguro en ningún contexto. Pueden comercializarse de manera que pongan en riesgo la salud pública y, especialmente, deben mantenerse fuera del alcance de los niños y las mascotas”, dijo la FDA, según cita Marijuana Moment. Uno de los principales riesgos que tiene el compuesto es que no existen apenas registros de sus efectos ni se han realizado estudios para evaluar su seguridad.
La FDA y los CDC se han dado cuenta de la creciente disponibilidad y demanda de Delta-8 THC y afirman que se está dando un aumento significativo de casos en los que se producen efectos adversos para la salud. La FDA dijo que desde diciembre de 2020 hasta julio de 2021 registró 22 informes de reacciones adversas en personas que habían consumido Delta-8-THC con síntomas como vómitos, alucinaciones, problemas para ponerse de pie y pérdida del conocimiento.
La falta de regulación sobre el Delta-8-THC ha provocado el surgimiento de un mercado de producción y venta al margen de la legalidad que últimamente ha sido prohibido en unos pocos estados. Únicamente en Michigan los legisladores han optado por regular el compuesto en vez de prohibirlo. Debido a que la mayoría de estados todavía no han aplicado ningún tipo de regulación este compuesto se puede vender aunque el cannabis sea ilegal en un estado.
“A la FDA también le preocupa que los productos de Delta-8-THC probablemente expongan a los consumidores a niveles mucho más altos de la sustancia que los que se encuentran naturalmente en los extractos crudos de cáñamo. Por lo tanto, no se puede confiar en el uso histórico de cannabis para establecer un nivel de seguridad para estos productos en humanos”, dijo la agencia.
A la administración también le preocupa que el procedimiento de semisíntesis por el que se obtiene el Delta-8-THC pueda producir subproductos tóxicos dañinos para la salud. “Las variaciones en el contenido del producto, las prácticas de fabricación, el etiquetado y el posible malentendido de las propiedades psicoactivas del delta-8 THC pueden provocar efectos inesperados entre los consumidores”, publicaron desde los CDC.