El cierre de negocios debido a la cuarentenas generalizadas han puesto en jaque a la economía mundial. Muchos de estos negocios van a tener que echar el cierre para siempre debido a las perdidas. ¿Todos los negocios? Todos, no. Durante los primeros meses de la pandemia de Covid comenzó una fiebre en los EE.UU por un producto específico: los comestibles de cannabis.
Tal vez ayudó a que el negocio del cannabis en los EE.UU continuase imbatible que se le declarara un “bien esencial”. Pese a que en la mayor parte de los estados legales no se permitía la venta de marihuana para uso recreativo, la marihuana de corte medicinal pudo seguir repartiéndose sin restricción más allá de la distancia social.
En tiempo de encierro aumenta la ansiedad y esto, unido a las diversas facilidades que las empresas de cannabis ya ofrecen a sus compradores, como la venta por correo, ha producido que mucha gente nueva se acerca al mundo de los consumibles de cannabis. Si el cannabis calma la ansiedad, ¿qué mejor que utilizarla durante un encierro?
Mientras que el negocio de los vapeadores está cayendo considerablemente (un 19% durante el tiempo de pandemia) el de los comestibles de cannabis se disparó durante marzo. Cali Manzello, dueña de un dispensario en San Francisco cuenta al New York Times que en su tienda la gente compraba hasta el límite legal permitido todos los comestibles que podían. Al principio pareciera eso que formaba parte de estas “compras ansiosas” debido al miedo, pero la situación continuó incluso semanas después del cierre total. Manzello asegura que las ventas de comestibles han aumentado sobre el 16%.
Vince Ning, el fundador y C.E.O. de Nabis, un distribuidor mayorista de cannabis en California, considera que este aumento es causa de un consumismo "consciente de la salud". Su compañía también ha visto un aumento en las ventas de comestibles.
"Creo que el cannabis en general es un buen producto a prueba de recesión", dijo Ning. "Al igual que el alcohol". Las ventas de bebidas alcohólicas también se dispararon cuando la gente se preparó para estar encerrada en casa indefinidamente.
Otra de las razones, que ya se han esgrimido con anterioridad, es que el comestible no tiene el estigma social del porro. Uno no parece que se esté drogando y parece algo diferente pasarse el osito de THC que el porro.
En fin, parece que algo se mueve en la industria y situaciones extremas como el Covid-19 han tensado la cuerda de los consumidores. Como resultado, el cannabis sale fortalecido y el pujante negocio de los comestibles se coloca en una buena posición para el futuro.