185.9 millones de dólares canadienses (unos 120 millones de euros) en marihuana se ha colocado en el mercado legal solo durante el mes de mayo. Estas ventas representan el 4,2% de lo que se ha cultivado entre abril y mayo. Se ha vendido de sobre manera y eso que Canadá no declaró al cannabis como un bien necesario durante el cierre total de la pandemia.
Los números también revelan que una cuarta parte de todas las ventas ocurrieron solo en Alberta. Obviamente esto deja al descubierto uno de los grandes males de la legalización (o del Capitalismo, como prefiráis): existe un desequilibrio entre las tiendas minoristas del país y las mayoristas, así como entre quién puede vender y quién no. Alberta, la cuarta provincia más grande de Canadá, tiene alrededor de 500 dispensarios de cannabis con licencia y representa casi el 25% de las ventas de cannabis de Canadá, unos 46.3 millones (contando desde abril). Hasta ahora, la provincia lidera todo el país en ventas de cannabis.
Sea como sea, y pese a que no todo Canadá vende cannabis (sí, está legalizado en todo el territorio pero hay partes del mismo que se niegan a vender), este país es el faro que guía a todo el resto de naciones que quieren que algún día se legalice la marihuana. Además, demuestra algo que les pone los dientes largos a los empresarios: la marihuana es un negocio muy, muy rentable. Es mejor legalizar y comerse el pastel de las ventas que mantenerla prohibida por muy mojigato que sea uno con el tema de las drogas. ¿Cuánto tardarán otros en seguir su ejemplo?