Una operación de la Guardia Civil en colaboración con la DEA de los Estados Unidos, la Dirección de Antinarcóticos de Colombia y la Policía Nacional de Ecuador, ha desmantelado una organización dedicada al envío de cocaína desde Sudamérica hasta España que utilizaba un sistema de ocultación nunca visto. Los cabecillas de la organización, de origen colombiano y ecuatoriano, dirigían las operaciones desde prisiones españolas donde estaban condenados por delitos de narcotráfico, detención ilegal y uso de armas de fuego.
La operación policial se inició en abril del 2021 después de rastrear un posible transporte de cocaína con destino a España. La policía se enteró del envío del cargamento y tras localizarlo encontraron algo que no se había visto con anterioridad: 22.000 kilogramos de escamas multicolor de PET reciclado. El PET (tereftalato de polietileno) es un tipo de plástico muy usado en la fabricación de envases de bebida y textiles que se recicla con relativa facilidad. A simple vista no parecía que hubiese cocaína, pero esta estaba presente, troceada en partes sólidas de tamaño similar a los plásticos.
Según la nota de prensa de la policía, en un inicio no fue fácil detectar la cocaína porque la sustancia había sido sometida en origen a un proceso químico, que provocaba que no reaccionara al análisis de determinados test rápidos, y que tampoco fuera detectada por los perros especializados en la detección de estupefacientes. El descubrimiento del cargamento con cocaína condujo a la Guardia Civil a una nave de Jumilla (Murcia), a donde iba dirigido el cargamento, y más tarde al registro de varias viviendas en Alicante, Murcia y Valencia en las que se procesaba la cocaína para más tarde venderla.
En total han sido detenidas 18 personas, 16 hombres y 2 mujeres, de entre 23 y 59 años, con nacionalidades colombiana, ecuatoriana, boliviana, española, albanesa y holandesa. La operación se ha saldado con la incautación de 1461 kilogramos de “sustancia positiva en cocaína”, 74 gramos de cocaína ya procesada, decenas de botes y barriles de sustancias susceptibles de ser empleadas para el corte, una prensa hidráulica, más de 5000 euros en metálico y un vehículo equipado con un habitáculo oculto, habilitado para el transporte de droga.