La marihuana recreacional en Alaska es la más cara de EE.UU.
El mercado negro sigue siendo mucho más rentable que pasar por la caja del dispensario.
¿Alguien se pregunta por qué algunos estudios muestran que legalizar la marihuana no ha hecho que bajen las compras en el mercado negro? Una de las respuestas a esta cuestión cae por su propio peso: resulta más barato buscar camello que comprar en la tienda.
Uno de los lugares con los precios de marihuana recreacional donde los precios resultan escandalosos es Alaska. Una libra de marihuana “top” en tienda viene a costar (tras sumar impuestos y márgenes de beneficio) entre 9.000 y 11.000 dólares. Si se compara con los precios de Colorado la media en ese estado es de 1.471 dólares.
Si nos vamos al mercado negro, bueno, la diferencia resulta sustanciosa: de 2.000 a 3.600 dólares la libra. Yendo a cantidades más manejables: un octavo de onza cuenta de 60 a 88 dólares en tienda; el precio de mercado negro es de 40 dólares.
La razón de estos precios, se dice, es la escasez de producto. Hay más demanda que oferta por lo que los precios se han disparado. Para evitar que siga sucediendo la Alcohol and Marijuana Control Office de Alaska ofertó 45 nuevas licencias para cultivadores. Los que ahora tienen licencia disfrutan de los sobrepagos de manera espectacular: hasta 5.000 dólares reciben por onza de las tiendas. No es de extrañar que digan: “No vemos ninguna razón por la que bajar los precios”.
Los ciudadanos de Alaska también culpan a los impuestos estatales, pero (incluso siendo cierto) recordemos que es una buena costumbre estadounidense el quejarse de cualquier intervención del gobierno. 50$ la onza y 800$ la libra sea cual sea su procedencia: tarifa plana.
En el caso de la marihuana legal con estos precios sí que parece que es vivir para la droga.