Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha declarado que es innecesario castigar los delitos menores con drogas.

La guerra contra la droga es un fracaso. Es posible que a muchos gobiernos les salgan las cuentas cuando quieren enfrentarse a los narcotraficantes. Tal vez, incluso, en algunas circunstancias sea muy adecuado perseguirlos para evitar males mayores (como el tráfico de personas o la violencia asociada al gran narcotráfico), pero el castigo contra el consumidor de drogas no a ayudado en nada a que se consuma menos. Si el fin de la guerra contra las drogas es prevenir el consumo entonces la guerra se perdió hace mucho tiempo.

Por primera vez la ONU y OMS han sacado un comunicado conjunto en el que opinan con una sola voz sobre el asunto de las drogas ilegales y los castigos a los consumidores. Según el informe del encuentro acuerdan que es necesario “revisar y volver a pensar sobre las leyes punitivas que se ha demostrado que tienen resultados negativos para la salud”. Entre estas medidas que hay que reconsiderar está “el uso o posesión de drogas para uso personal”.

Sin embargo mientras que la OMS sigue argumentando que la descriminalización supondría una mejora para evitar que sigua extendiéndose el VIH, la ONU considera que es adecuado para evitar el abuso de drogas.

El presidente de la ONU Antonio Guterres llama a la “prevención y al tratamiento” en lugar de al castigo. Lo que es un paso adelante, aunque solo sea en términos simbólicos.

El director ejecutivo de la Oficina sobre drogas y crimen de la ONU, Yury Fedotov, ve complicado que los deseos su organización lo compartan de forma tan efusiva en todos los lugares: “El nexo entre las drogas, crimen y el terrorismo revela un cambio en los patrones de estas relaciones.” Se refiere a cómo las nuevas tecnologías y los nuevos mercados negros (como la DarkNet) han remodelado las maneras en que las actividades ilícitas están sobreviviendo en el mundo. Por tanto, el escepticismo de Fedotov da a entender que no solo con descriminalizar se va a acabar el problema general.

Guterres, en cambio, afirmó que: “Millones de personas alrededor del mundo usan drogas sin ser una amenaza para otros… Criminalizarlos es innecesario, es dañino, no es proporcional y, para nosotros, esto mina el derecho a la privacidad, el derecho a la dignidad humana y la autonomía personal”.