Uno de los mitos más repetidos de las personas que están en contra de la legalización del cannabis es que esta medida implicaría un aumento del consumo de otras sustancias, ya que la marihuana sería “la puerta de entrada a otras drogas”. Sin embargo, los datos muestran lo contrario. Un reciente estudio realizado en el estado de Utah, en EEUU, sostiene que desde que se implementó la regulación medicinal se ha reducido el uso de los opioides y se redujeron las muertes por sobredosis de esta sustancia.
“Desde la legalización del cannabis medicinal en 2018, ha habido una notable disminución de las muertes relacionadas con los opioides recetados en el estado”, sostiene el informe sobre los decesos anuales que bajaron de unos 240, a unos 170 aproximadamente. “Este cambio sugiere que la introducción del cannabis como alternativa terapéutica puede haber contribuido a una reducción del uso de opioides entre los pacientes que buscan alivio del dolor”, asegura el estudio realizado por la Asociación de Ciencias de la Gestión (Management Science Associates). Esta institución es parte del consejo asesor del ente regulador del cannabis en Utah y realizó un estudio en el que se evaluó a 186 personas que padecen dolor crónico.
Entre los principales resultados del estudio, el 84% de los pacientes relevados aseguró haber reducido su consumo de opioides y que fue reemplazado por productos derivados del cannabis para reducir sus dolores, lo que a su vez produjo el descenso de las muertes por sobredosis de opioides. “Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que el cannabis puede reducir significativamente el consumo de opioides entre los pacientes con dolor crónico. Esto es crucial, ya que ofrece una vía potencial para abordar la dependencia de los opioides, ofreciendo una alternativa menos adictiva para el tratamiento del dolor crónico con menos efectos secundarios”, asegura el estudio.