Según datos de la Oficina del Fiscal General del Estado de Hawái, en EEUU, casi la mitad de las 500 solicitudes denegadas para portar armas de fuego fueron rechazadas porque se trataba de personas que tienen licencia para acceder al cannabis medicinal.
En toda la isla, el registro medicinal de cannabis fue la principal causa de la denegación de permisos para portar un arma, con un total del 40,7% de las peticiones rechazadas. Luego, el siguiente de los motivos más repetidos fueron los problemas de salud mental, con una cuarta parte. Por último, el 7% de los rechazos correspondió a la verificación que los solicitantes se encontraban envueltos en una situación de violencia de género dentro de sus hogares.
En Hawái, el cannabis para fines medicinales está regulado desde el año 2000. Entre sus alcances, la normativa permite el autocultivo y se pueden comprar productos derivados de la planta en los dispensarios, siempre y cuando se cuente con una receta médica para tratar solo unas quince enfermedades estipuladas. Además, la legalización impone limitaciones para los pacientes que deseen obtener la portación de un arma de fuego. “Los departamentos de policía permiten que los ex pacientes soliciten armas de fuego al menos un año después de la expiración de su tarjeta de marihuana medicinal”, asegura la Oficina del Fiscal General del Estado de Hawái, según el medio Marijuana Moment. Según la ley federal de EEUU, ser un “usuario ilegal” de una sustancia controlada, incluida la marihuana, significa que una persona no puede comprar ni poseer legalmente un arma.
A pesar que la regulación del cannabis en Hawái ha reducido la cantidad de armas de fuego circulantes en la isla, las autoridades locales aprobaron la mayoría de los permisos de portación. De las 23.528 solicitudes, tan solo fueron denegadas unas 519 en total. Significa un porcentaje del 2,2%.