La policía española se esmera mucho en la creación de bodegones con objetos incautados. Da igual lo que se haya decomisado, drogas, armas, dinero u objetos cotidianos, las diferentes unidades policiales españolas (Local, Nacional, Guardia Civil y policías autonómicas) dedican un tiempo especial a componer un bodegón que será fotografiado y difundido a los medios de comunicación. Según un artículo académico publicado recientemente estos bodegones de la policía están directamente influenciados por los bodegones artísticos que se desarrollaron desde el barroco y también funcionan como una forma de crear y transmitir la idea de culpabilidad.
A lo largo del artículo se muestran ejemplos de bodegones policiales en los que se han incluido herramientas del hogar como martillos o cuchillos de cocina como si fueran prueba de un delito, cuando los objetos no estaban relacionados con la intervención policial ni habían pruebas que indicasen que habían sido utilizados para otra cosa que no fuera una necesidad doméstica. “Solo por el hecho de estar dispuestos en forma de bodegón, toda una serie de objetos adquieren categoría de signos inequívocos de culpabilidad”, dicen los autores.
El artículo recuerda que las imágenes que consumimos a diario construyen un relato visual que influye en la percepción que tenemos de una realidad social. “En el caso de las fuerzas de seguridad, los departamentos de comunicación de la mayoría de las policías del mundo controlan al detalle las imágenes que producen y distribuyen a los medios”. Los cuerpos policiales tienen una “voluntad de control del sentido de la imagen” que según los autores no ha dejado de crecer en los últimos tiempos.
Es más o menos frecuente ver como las unidades policiales publican un pequeño bodegón con un decomiso muy pequeño (apenas unos pocos billetes, uno o dos gramos de alguna sustancia ilegal, y quizás también un grider) pero que expuesto de forma ordenada y clasificada transmite la sensación de mayor importancia y gravedad.
El estudio, que ha sido publicado en la revista Boletín de Arte que edita el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, ha identificado una continuidad formal entre los bodegones del barroco, también llamados naturalezas muertas, que llega hasta los bodegones policiales actuales. El bodegón de drogas u otros utensilios que vemos cada vez que hay una operación policial “es claramente una imagen organizada desde el poder, policial en este caso, que se construye de forma consciente y precisa y que, por su simple composición visual, produce un impacto difícilmente reversible”, dicen los autores.