¿Levadura que defeca psilocibina? Sí, amigos y amigas, estamos en la era de las maravillas y mientras la gente enferma de una supergripe los investigadores descubren cómo generar psilocibina desde una levadura.

La levadura modificada genéticamente que puede producir psilocibina, uno de los principales compuestos psicodélicos que se encuentran en los "hongos mágicos", está aquí. Y estos microorganismos de alta tecnología podrían revolucionar la investigación futura sobre los usos médicos del medicamento.

Han sido unos investigadores daneses los encargados de encontrar la fórmula mágica para que la levadura excrete mucha psilocibina. En concreto, una cepa de levadura capaz de producir "altos niveles" de psilocibina. Como sabéis, la levadura no produce psilocibina de forma natural. Es decir, no vayáis a comprar al supermecado ahora mismo que no os váis a colocar con eso. Este compuesto se encuentra comúnmente en hongos que pertenecen al género Psilocybe. Lo que se suele hacer con este tipo de levaduras psicodélicas son cervezas y pan que tengan propiedades intoxicantes para nuestro cerebro drogadete.

"Es inviable y demasiado costoso extraer la psilocibina de los hongos mágicos, y los mejores métodos de síntesis química requieren sustratos de partida costosos y difíciles de obtener", dijo Nick Milne, uno de los autores del estudio danés, en un comunicado de prensa de la universidad. "Por lo tanto, es necesario reducir el costo de producción y proporcionar una cadena de suministro más consistente".

En otras palabras, si se quiere producir psilocibina en grandes cantidades para uso médico o recreativo es mejor producirlo mediante técnicas de bioingeniería que extrayéndolo de los hongos mágicos. Supongamos que se admite la psilocibina como tratamiento para condiciones mentales como el síndrome de estrés post trauma: tener hongos no soluciona el problema, se necesitará grandísimas cantidades para un problema enorme que afecta a mucha gente. Esto por no mencionar las condiciones de farmacopea específicas de cada tratamiento como por ejemplo, las dosis adecuadas para que funcione.