Cada vez más ciudades del estado de California permiten la apertura de cafés con licencia para consumir marihuana y otros derivados del cannabis. Municipios como West Hollywood, San Francisco o Palm Springs ya lo permiten, y hay otros muchos que están camino de aprobar su apertura. Aunque en el estado la venta de cannabis es legal, los gobiernos locales deben permitir la apertura de comercios. Solo el consumo, cultivo, transporte y entrega a domicilio está permitida por defecto en todo el territorio.
Según el New York Times, los municipios están viendo en los coffeeshops una opción para aumentar los ingresos fiscales y atraer turistas. Según recoge el diario, este tipo de negocios podrían ser la cresta de la próxima ola empresarial cannábica del estado. Resulta que en el estado el mercado ilegal del cannabis sigue siendo muy grande, y los coffeeshops son una vía para que el sector legal pueda crecer.
Se trata de un tipo de negocio que todavía está en sus albores y cuyas formas de explotación están aún explorándose. El modelo tiene varias limitaciones. Las salas de consumo deben estar dentro de un dispensario con licencia, o bien en un espacio contiguo. Además, la ley de California prohíbe fumar en espacios cerrados, por lo que deben acondicionarse en espacios al aire libre, como terrazas o jardines. Y también hay regulaciones que impiden que los empleados trabajen en espacios con humo.