Los vecinos del barrio autónomo de Christiania, en Copenhague, decidieron la semana pasada cerrar la calle que alberga su conocido mercado de cannabis, que está tolerado por las autoridades desde hace varias décadas. Ya hace tiempo que la violencia armada ha aumentado en la zona y tras varias muertes violentas ocurridas en los últimos meses, por disparos o apuñalamientos, los vecinos decidieron barricar la calle en señal de protesta contra la violencia y las bandas criminales responsables.
La calle estuvo cerrada tan sólo un día, al día siguiente los vendedores volvieron a instalarse. Los vecinos explicaron en un comunicado publicado en Facebook que la acción “no iba dirigida a las personas que usan el cannabis de forma recreativa y responsable”. Según cita elDiario, los vecinos pidieron a los usuarios de cannabis que “no compren más hachís en Christiania”, pues el comercio de cannabis que se produce allí está manejado por bandas criminales que son las que han provocado los episodios de tiroteos de los últimos meses.
“A menudo nos preguntan por qué los vecinos no cerramos Pusher Street. La respuesta corta es que nos sentimos impotentes y asustados”, decía el comunicado. Los vecinos creen que la policía tampoco es capaz de hacer nada al respecto y piden a los políticos que aporten soluciones como una regulación de la venta del cannabis con la que separar la criminalidad del comercio de cannabis.
La alcaldesa de Copenhague, Sophie Hæstorp Andersen, alabó la acción de los vecinos. Esta ya se ha pronunciado en más de una ocasión a favor de abrir el debate para legalizar el cannabis recreativo como medida para acabar con la violencia y el crimen en la zona. La autonomía de Christiania funciona desde los años 70 con una forma de autogestión de base anarquista.