El ministro del Interior de Malasia anunció este lunes que su Gobierno está buscando la forma de despenalizar el uso y la posesión de pequeñas cantidades de drogas como una medida para reducir el hacinamiento de las prisiones. Como ocurre con otros países del sudeste asiático, desde hace varias décadas Malasia aplica castigos muy severos para los delitos relacionados con el uso y el tráfico de drogas, incluyendo penas de muerte y cadenas perpetuas.
Sin embargo, el país está realizando reformas en su sistema penal para reducir la severidad de los castigos. Este año el Gobierno del actual primer ministro, Anwar Ibrahim, abolió la pena de muerte obligatoria y las penas de cadena perpetua. Esto se aplica para el caso de las condenas por tráfico de drogas, para las que desde el pasado abril ya no es obligatorio que los jueces condenen a la pena de muerte, aunque sigue siendo una opción contemplada por la ley.
Según explicó el ministro del Interior, con la despenalización propuesta las personas que sean descubiertas por la policía en posesión de pequeñas cantidades de drogas ilegales no serían sometidas a procedimiento penal, sino que serían obligadas a cumplir con un programa de deshabituación en centros de tratamiento y rehabilitación. “Para aquellos que se encuentran con pequeñas cantidades de drogas, ya sea por posesión o uso, la idea es no considerar el acto como un delito regular relacionado con las drogas”, dijo el ministro, según recoge la agencia Reuters. La propuesta de despenalización todavía tiene que presentarse en el gabinete de ministros y no llegaría al Parlamento en forma de proyecto de ley hasta el año que viene.