Esta semana es clave para la política de drogas de Brasil. Si bien el Tribunal Supremo Federal (TSF) podría despenalizar la posesión de cannabis para uso personal, también podría suceder que se endurezcan las penas contra las personas que posean sustancias prohibidas, sin importar la cantidad de las mismas.
En medio de un debate judicial que comenzó en 2015, resulta que este año, José Antonio Dias Toffoli, ministro del TSF, votó para mantener la criminalización por la tenencia de drogas y argumentó que la actual ley brasileña ya trata la posesión como una infracción administrativa. Esta posición dejó el conteo 5 a 3 a favor de la despenalización, a partir de una modificación del artículo 28 de la Ley de Drogas, y que se retomará esta semana con los votos de los ministros Cármen Lúcia y Luiz Fux. En su declaración, Toffoli también dijo que la responsabilidad de definir la cantidad de las sustancias ilícitas que diferencia a un usuario de un traficante debería recaer en la decisión del Congreso Nacional.
Si bien los ministros Lúcia y Fux podrían votar a favor de la despenalización, las posiciones de los anteriores dos votos en contra de la iniciativa están de la mano con un proyecto de ley que están debatiendo los diputados de Brasil. Se trata de otra modificación de la mencionada Ley de Drogas, en la cual se dejaría de distinguir la cantidad en la tenencia de las sustancias ilícitas. En caso de aprobarse, no habría diferencias entre un usuario que, por ejemplo, tiene un porro y otra persona que posee dos kilos para venderlos. En ambos casos se aplicaría la misma pena. Por este motivo, la decisión de los ministros del máximo tribunal del país será clave para saber hacia dónde irá la política de drogas en el país sudamericano.