En Canadá los presos tiene derecho a tratarse con marihuana para uso medicinal. Sin embargo, las autoridades canadienses han optado por darles cannabinoides sintéticos en lugar de marihuana.
Según informa Extract, los presos que tiene una tarjeta que les habilita como usuarios de marihuana terapéutica están recibiendo nabilone (Cesamet), un cannabinoide sintético parecido al THC.
Ese cannabinoide ha sido aprobado en varios lugares, entre los cuales está Canadá, los EE.UU o la Unión Europea, para tratar la náusea, la esclerosis múltiple o el dolor crónico. Este cannabinoide no produce falsos positivos por lo que a los presos se les puede seguir haciendo test anti-droga y saber qué han tomado.
El problema aquí está en que el Nabilone es muy caro: a veces se pide hasta 40 dólares por una cápsula. Un tratamiento de Nabilone viene a costar unos 25.000 dólares al año. Si lo paga el preso va a ser imposible que lo haga (o muy difícil) si lo hace el estado parece un gasto excesivo o innecesario habiendo otros medicamentos con cannabinoides cuyo precio está mucho más ajustado.