Los presos tienen los mismos derechos que todos los californianos y un tribuna dictamina que tienen derecho a poseer cannabis, aunque no a tomarlo.
Se mira pero no se toca. La Corte del Tercer Distrito de Apelaciones en Sacramento ha retirado la pena que les había caído a tres presos por posesión de cannabis ya que, siguiendo lo que dictamina la Proposición 64 sobre la legalización del cannabis en California, ya no es delito tener en posesión menos de una libra de marihuana.
Lo que es un delito sería su consumo, pero no su posesión. Como a los procesados no les pillaron consumiendo sino solo con esa cantidad de cannabis menor a una onza, el tribunal dictamina que no se cometió delito alguno. Sin embargo, recuerdan claramente que consumir es un delito (sea como sea el tipo de consumo) y que las autoridades de la prisión pueden retirar la marihuana a los presos alegando motivos de seguridad.
El asunto no deja de ser curioso porque meter droga en la cárcel y consumirla es un delito, venderla también lo es, sin embargo, poseerla no lo es pero pueden retirarla si la encuentran. Esta forma de legislar, claramente, aunque está bien para no incrementar los delitos de los presos, está diseñada para incentivar la picaresca.