El Observatorio Europeo de la Drogas (EMCDDA por sus siglas en inglés) ha alertado de un aumento en el número de países que han detectado la presencia de cannabinoides sintéticos en su territorio. Así se recoge en el recién publicado Informe Europeo sobre Drogas 2022, el informe europeo anual en el que se da cuenta de las tendencias en el mercado de drogas y los consumos.
“Resulta preocupante que, en 2021, un mayor número de países notificasen productos de cannabis adulterados con cannabinoides sintéticos peligrosos, que suponen riesgos para la salud de los consumidores”, afirma el informe, en el que se señala que los cannabinoides más detectados en los últimos años han sido el MDMB-4en-PINACA, y el ADB-BUTINACA.
Los llamados cannabinoides sintéticos (también conocidos como neocannabinoides) son un conjunto de sustancias sintetizadas en laboratorio que imitan la estructura del cannabinoide THC y que llevan años apareciendo en el mercado de internet como una alternativa legal al cannabis. Al tratarse de sustancias de nueva síntesis sus efectos y riesgos son poco conocidos, pero en general presentan una gran toxicidad y mayores efectos secundarios que el THC u otros cannabinoides naturales de la planta. Su consumo ha producido numerosos casos de hospitalizaciones y varias muertes. Debido a su novedad, la mayoría de estas moléculas se pueden vender por internet legalmente, pues todavía no han sido incluidas en las listas de sustancias prohibidas.
Según el informe europeo, es probable que muchos traficantes utilicen cáñamo industrial con bajo contenido en THC (de fácil acceso y legal en muchos países) para luego rociarlo con cannabinoides psicoactivos y venderlo como si fuera cannabis psicoactivo natural rico en THC. En muchos casos, los consumidores no saben que están comprando cannabis rociado con neocannabinoides y se exponen a una intoxicación de mayores efectos secundarios.
“Los cannabinoides sintéticos potentes pueden causar una intoxicación más intensa y efectos mentales, físicos y conductuales que el cannabis, y se han notificado casos de intoxicación grave y mortal. Las personas pueden consumir inadvertidamente dosis elevadas de cannabinoides sintéticos porque los que adulteran los productos de cannabis natural pueden utilizar procesos de fabricación imprecisos, lo que da lugar a que los adulterantes a menudo se distribuyan de forma potencialmente desigual por todo el producto”, afirma el informe, que propone realizar más análisis de muestras de cannabis para detectar rápidamente la presencia de estas peligrosas sustancias.