Debido al reciente fallecimiento de Mario Molina, se han rescatado algunas entrevistas de este ilustre ingeniero que recibió el premio Nobel de Química, junto a Sherwood Rowland, por establecer la relación existente entre los compuestos de cloro y de bromuro en la estratosfera y el agujero de la capa de ozono. En algunas de ellas, bastante recientes, se reafirma en sus viejas opiniones sobre la marihuana y la prohibición. Básicamente, la prohibición es un error que no arregla los problemas que asegura que quiere solucionar.
La prohibición, según Molina, no arregla el gran problema de México, que es el narcotráfico. Más bien al contrario, lo agrava. Legalizar no significa que la gente va a consumir más, sino que se va a regular el mercado del cannabis, y eso sí que comienza a arreglar el desbarajuste.
“(Hay) un malentendido, que no sé por qué mucha gente todavía lo tiene: es que legalizar la marihuana es promoverla. No, no, no, al revés; el chiste es que esto se convierta en un problema de salud pública, no promoverla, sino al revés. Pero si es ilegal y si se hace en las calles, pues no es una manera de resolverlo… Es que (el Gobierno mexicano) no lo puede prohibir bien… no funciona. ¿Por qué? Porque hay narcos. Es ridículo pensar que con la prohibición se va a arreglar todo; ya sabemos que en la práctica no funciona”.
Sin embargo, la gente que se opone a legalizar, como muchas asociaciones de padres, asegura que esto va a conseguir que los jóvenes se lancen al consumo masivo.
“Si el Estado lo hace bien, pues puede comunicar los riesgos que haya, pero son parecidos al mismo tipo de los riesgos de beber alcohol. Estos padres que lo ven así, pues es tratar de todos trabajar juntos para controlar el problema de la misma manera que se empezó a hacer con fumar tabaco”.
Hagan caso ya a Mario Molina, autoridades, que en los países donde el cannabis se ha legalizado no se ha venido el Apocalipsis ni tampoco los miedos que tienen los prohibicionistas.
Fuente: Publimetro