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Más de 400 médicos de EEUU exigen la desclasificación total del cannabis

El pedido se hizo público mediante un documento difundido días después de que el país reclasificara a la planta en la Lista III de estupefacientes prohibidos.

Semanas atrás, el Departamento de Justicia de EEUU finalmente aprobó la reclasificación del cannabis en la Lista III de estupefacientes prohibidos. Esto ha significado que la planta ya no es considerada una droga peligrosa. Ahora, más de 400 profesionales de la salud les han exigido a las autoridades del país la desclasificación total de la marihuana.

La organización Doctors for Drug Policy Reform (D4DPR), que agrupa a más de 400 médicos y profesionales de la salud, publicó un documento en el que le solicita a las autoridades del país la “necesidad imperiosa de desclasificar totalmente al cannabis de la Ley de Sustancias Controladas de los Estados Unidos”. A pesar que la reclasificación de la planta en la Lista III de estupefacientes prohibidos, para la organización de médicos esto es insuficiente para conseguir una reforma integral.

En el documento, disponible en su sitio web, se destaca que la reclasificación en la Lista III aliviaría algunas sanciones federales y reconocería la utilidad medicinal del cannabis. Pero también asegura que solo con esta actualización normativa se seguirá adelante con la prohibición federal sobre el cultivo, la distribución y la venta de productos derivados de la planta que no están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Cabe recordar que el cannabis sigue siendo una sustancia ilegal a nivel federal en EEUU. En el país, tanto las legalizaciones para los fines medicinales, como las regulaciones integrales que permiten todos los usos y hasta en algunos casos incluye el autocultivo, son plena jurisdicción de los estados. Por eso, D4DPR asegura que “la desclasificación federal del cannabis facultaría a los estados para elegir por sí mismos si quieren regular, despenalizar o seguir prohibiendo el cannabis”. Este planteo respetaría la soberanía de los estados y generaría un marco de salud pública para regular la planta, se garantizaría la protección de los usuarios y se facilitaría el acceso de los derivados del cannabis a las personas que lo necesiten para tratar las enfermedades y mejorar su calidad de vida, según la organización de médicos.

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