Un reciente informe elaborado por la consultora económica Bloomberg ha reportado que cada vez más empresas multinacionales de cannabis abandonan sus operaciones en Uruguay, el primer país del mundo en crear una regulación que permite todos los usos de los derivados de la planta. Algunas de las compañías que se menciona en el estudio son Boreal y Pharmin, de las cuales Cáñamo ha publicado en varias oportunidades como bajaron sus persianas y despidieron a sus empleados sin pagarles salarios e indemnizaciones. Pero también existen otros casos como Global Cannabis Holding, MedicPlast y la gigante canadiense Aurora, quien anunció que cerrará las operaciones en el país sudamericano a fines de septiembre.
Según la información recogida por Bloomberg, Aurora invirtió unos 263 millones de dólares (236 millones de euros) pero un vocero de la compañía aseguró que abandonaran sus operaciones en Uruguay. Una de las razones principales se debe a que no se cumplieron las expectativas de mercado por parte de la empresa canadiense, ya que el país sudamericano tiene grandes problemas burocráticos para ejecutar exportaciones.
Boreal y Pharmin son otras compañías multinacionales que ya cerraron sus operaciones industriales de cannabis en Uruguay. La primera se trató de una empresa creada por Gonzalo Aguiar, quien tras su asesinato se descubrió que había estafado a los inversores canadienses que permitieron la creación del proyecto. Sus instalaciones están en proceso de remate, un destino similar al que tuvo la otra compañía mencionada: Pharmin, una firma de capitales georgianos.
Una de las pocas empresas sobrevivientes de la industria del cannabis en Uruguay es Burey. Su director, Frank Roman, inauguró en 2019 una planta de cultivo interior y un laboratorio dedicado a producir extracciones. Recién el año pasado la compañía pudo realizar su primera exportación a Brasil. “Una empresa que empieza desde cero en Uruguay lleva de tres a cuatro años para empezar a vender y eso eso mata”, señaló Roman