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El Gremio de la Industria del Cannabis nace para conseguir seguridad jurídica en el sector

“Pedimos que en la futura ley del cannabis se mantenga la legalidad de las semillas, que se reconozca el derecho al autocultivo y al sector grow shops”.

Un grupo de empresarios de la industria cannábica en España se ha unido en el Gremio de la Industria del Cannabis (GIC) para promover la unidad del sector, pedir seguridad jurídica y apoyar la regulación de la planta. El nuevo gremio surge en un momento de debate público sobre la regulación y en el que también se están produciendo numerosas operaciones policiales y judiciales contra el sector, con el objetivo ofrecer un discurso unido y tener una voz propia en el debate.

“Creemos que es necesaria una asociación más allá de las comunidades autónomas. Pedimos que se mantenga la legalidad de las semillas o que se mejore mediante la regulación, y que se reconozca al sector grow shops en la futura regulación del cannabis con la creación de un epígrafe específico en la ley”, dijo a Cáñamo David Sauleda, vocal de la junta directiva del GIC. 

Uno de los principales objetivos de GIC es conseguir mayor seguridad jurídica para la industria del cannabis, un sector que en los últimos años ha sufrido repetidos ataques en forma de intervenciones policiales y sentencias condenatorias dirigidas contra empresarios y agricultores dedicados a la producción de semillas, a la producción de cáñamo, a la venta de utensilios para el cultivo o de productos de CBD. “Otro de los principales problemas que tenemos actualmente tiene que ver con los bancos: ahora mismo se nos está negando el acceso a cuentas bancarias para las empresas del sector”, explica el vocal. 

El gremio pretende reunir a toda la industria desarrollada en relación al autocultivo de cannabis, esto es, las tiendas grow shops, las distribuidoras de productos, los bancos de semillas, los medios de comunicación especializados, las ferias y los fabricantes de fertilizantes. “Creemos que el sector debe estar representado en los debates sobre la regulación”, dice Saulina. “No veríamos lógico que después de 25 años existiendo como sector de golpe se nos cierre la oportunidad de que sigamos haciendo este trabajo sin que haya un mínimo debate. Creemos que se debe debatir y ver qué se está haciendo bien y qué no, porque tampoco creemos que lo hagamos todo perfecto y hay cosas que se pueden mejorar”, comentó Sauleda, que afirma que otro de los objetivos del GIC es elaborar un código de buenas prácticas para el sector. 

“En nuestro caso, el sector grow shop lo que demanda es que las semillas se puedan vender legalmente y que dentro de la ley se incluya un apartado para los autocultivadores, para que la gente pueda autocultivar como hemos hecho estos últimos 25 años, comprando sus semillas, cultivando sus plantas y siendo autosuficiente en ese sentido. No quiere decir que no apoyemos a otros compañeros que tengan otras demandas, nosotros estaremos apoyando a todo el sector y a todo el mundo cannábico, pero nuestra demanda concreta es que se reconozca el autocultivo y el derecho de los autocultivadores a generar su propio cannabis, como está pasando en muchas otras regulaciones a nivel mundial”. 

La asociación empresarial ha aprovechado el Gremio de Grow Shops de Cataluña, una plataforma que existe desde hace más de 15 años, para reformarla y hacerla extensiva a todo el Estado español, y ha iniciado un convenio de colaboración con el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC) para tener soporte jurídico y apoyar en casos de intervenciones policiales contra el sector. 

El GIC fue registrado oficialmente como organización hace dos semanas y está en proceso de reunir a el mayor número de personas del sector para conseguir ser representativos de las demandas de la industria del canabis en España. Para ello han habilitado un correo de contacto (Gremioindustriacannabis@gmail.com) para todos los actores interesados en formar parte del gremio. 

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